En la península ibérica existen tres especies de este género, todas ellas caracterizadas por su dibujo de color negro brillante y rojo. Debido a ello son especies muy codiciadas en macrofotografía, aunque poco consideradas por los coleccionistas, ya que se consideran ejemplares muy banales. Dos de estas especies son muy comunes.
Se alimenta preferiblemente de plantas de la familia de las aesclepidaceas a partir de las cuales el insecto puede sintetizar veneno glucósido cardíaco. Esta demostrado que el olor de las secreciones de sus glándulas son repugnantes para los escorpiones, los pájaros e incluso los gatos. Esto es importante para su supervivencia y la de otros insectos, porque pocos predadores, especialmente pájaros y lagartos, se atreven a alimentarse de insectos de colores brillantes rojos y negros. También se alimentan de otras plantas venenosas como la adelfa
El huevo es de forma ovalada y color blanco perlado, tendiendo a morado poco antes de eclosionar. La ninfa es de color rojo brillante y después desarrollan los rudimentos alares de color marrón. Más adelante aparecen marcas negras en el dorso y en el abdomen. Los adultos alcanzan aproximadamente 12 milímetros.
Causan plagas en los frutales pues chupan la savia de las hojas y brotes tiernos.
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