Thomisus onustus

Es conocida como la araña cangrejo debido a que las patas de sus dos primeros pares son más grandes y fuertes que las demás. Estas patas condicionan sus movimientos y las obligan a moverse de lado También son característicos los dos abultamientos en forma de aristas que se observan en el dorso del opistosoma y sus ojos laterales, dispuestos en una protuberancias saltonas.

Esta especie vive en arbustos y vegetación baja y por lo general se encuentra emboscada en las corolas de las flores, donde se alimenta de insectos, como abejas, avispas y mariposas, a menudo piezas más grandes y pesadas que ella misma. Es famosa por su capacidad de cambiar de color, dependiendo de la flor en la que se encuentre, lo que puede realizar en el transcurso de unos pocos días. El color va del rosa al amarillo, pasando por el blanco.Utiliza esta habilidad para camuflarse  y sorprender a sus victimas repentinamente inyectándolas veneno que paraliza el nervio cervical. Aunque tiene dientes, estos no le permiten atravesar el exoesqueleto de la pieza, por lo que el veneno les sirve para disolver las entrañas de su victima que sorben cuando ya se ha transformado en un líquido. No es una araña muy activa, rápida o capaz para construir telarañas, pero si es muy paciente, y puede permanecer sin moverse, esperando a su victima, durante días.

Puede encontrarse en la mayoría de los países europeos, con excepción quizás de los Balcanes, Irlanda , Noruega y Finlandia. También está presente en todo el continente africano. Es frecuente tanto en bosques como en jardines, debido a que en este entorno encuentran las mayores facilidades para hacer uso de su característica adaptación de color.

Las hembras mantienen un ciclo estable durante el año, mientras que los machos, más pequeños, muestran cambios de apariencia,  cuya duración varía de acuerdo con la fase a partir del cual se originan. Una característica curiosa es que la hembra en su madurez, ya en el segundo año, cuelga de la misma flor sacos conteniendo entre dos a cuatro huevos , permaneciendo la hembra en guardia en la misma flor durante semanas, a su cuidado, hasta que eclosionan, normalmente en el mes de julio. En caso de necesidad puede permanecer hasta veinte días sin comer.